28.11.09

Temáticas: el Amor

El tango nació como música sin palabras, música para bailar. Las primeras palabras se introdujeron como exclamaciones de participación que exaltaban la maestría de los bailarines y después se desarrollaron textos más complejos.
Después las palabras se convirtieron en un elemento fundamental del tango. Sin embargo llegaron a ser verdaderas poesías representativas de la realidad social porteña (de Buenos Aires) y reflejan el periodo histórico, la situación económica, los sentimientos de la gente etc.
Hay unas cuantas temáticas fijas, que se repiten y están en el contenido de las canciones de tango. Entre todas hay el amor, con sus dificultades, sus peripecias, desesperación, el tiempo que pasa, el sufrimiento, la pena por el amor perdido, por algo que ha sido y que nunca volverá a ser.
Se vive el amor como un paraíso perdido, el amor que dejó al hombre en completa solitud, el amor que en el tango es siempre atormentado como dicen los versos de Naranjo en Flor de Homero Expósito:

Naranjo en flor

Música: Virgilio Expósito
Letra: Homero Expósito
Tango 1944


Era más blanda que el agua,
que el agua blanda.
Era más fresca que el río,
naranjo en flor.
Y en esa calle de estío,
calle perdida,
dejó un pedazo de vida
y se marchó.
Primero hay que saber sufrir,
después amar, después partir
y, al fin, andar sin pensamientos,
Perfume de naranjo en flor,
promesas vanas de un amor
que se escaparon con el viento.
Después, ¿qué importa del después?
Toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado.
¡Eterna y vieja juventud,
que me ha dejado acobardado
como un pájaro sin luz!
¿Qué le habrán hecho mis manos?
¿Qué le habrán hecho
para dejarme en el pecho
tanto dolor?
Dolor de vieja arboleda,
canción de esquina
con un pedazo de vida,
naranjo en flor.


Los tangos que considero más hermosos, de los que tratan el tema del amor son:

El día que me quieras

Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera
Tango 1935



Acaricia mi ensueño
el suave murmullo
de tu suspirar.
Cómo ríe la vida
si tus ojos negros
me quieren mirar.
Y si es mío el amparo
de tu risa leve
que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
todo todo se olvida.

El día que me quieras
la rosa que engalana
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Y al viento las campanas
dirán que ya eres mía,
y locas las fontanas
se contarán su amor.

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar.
Y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa que verás
que eres mi consuelo.

El día que me quieras
no habrá más que armonía.
Será clara la aurora
y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa
rumor de melodía.
Y nos darán las fuentes
su canto de cristal.

El día que me quieras
endulzarán sus cuerdas
el pájaro cantor.
Florecerá la vida,
no existirá el dolor.

La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar.
Y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo.
Luciérnaga curiosa que verás
que eres mi consuelo.



De todo te olvidas (cabeza de novia)

Música: Salvador Merico
Letra: Enrique Cadícamo
Tango 1929


De un tiempo a esta parte, muchacha, te noto
más pálida y triste... Decí ¿qué tenés?
Tu carita tiene el blancor del loto
y yo, francamente, chiquita, no sé...
¿Qué pena te embarga? ¿Por qué ya no ríes
con ese derroche de plata y cristal?
Tu boquita, donde sangraron rubíes,
hoy muestra una mueca, trasuntando un mal...

El piano está mudo.
Tus ágiles manos
no arrancan el tema
del tango tristón...
A veces te encuentro
un poco amargada,
llorando, encerrada,
en la habitación.
Y he visto, extrañando,
que muy a menudo,
"de todo te olvidas",
cabeza de novia,
¡nimbada de amor!

¿Qué es lo que te pasa? Cuéntame; te ruego
que me confidencias tu preocupación...
Acaso tu pena es la que Carriego,
rimando cuartetas, a todos contó.
"De todo te olvidas, cabeza de novia",
pensando en el chico que en tu corazón
dejó con sus besos sus credos amantes,
como un ofertorio de dulce pasión...

Amores de estudiante

Música: Carlos Gardel
Letras: Alfredo Le Pera y Mario Battistella
Tango 1934


Hoy un juramento,
mañana una traición,
amores de estudiante
flores de un día son.

En unos labios ardientes
dejar una promesa
apasionadamente.
Quiero calmar los enojos
de aquellos claros ojos
siempre mintiendo amor.

Por un mirar que ruega
perder la quietud.
Mujercitas sonrientes
que juran virtud.
Es una boca loca
la que hoy me provoca.
Hay un collar de amores
en mi juventud.

Fantasmas del pasado,
perfumes de ayer,
que evocaré doliente
planteando mi sien.
Bandadas de recuerdos
de un tiempo querido,
lejano y florido
que no olvidaré.

Hoy un juramento,
mañana una traición,
amores de estudiante
flores de un día son.

Y los mejores sobre el desengaño amoroso:

Mano a mano

Música: Carlos Gardel
letras: Celedonio Flores
Tango 1920


Rechiflado en mi tristeza, te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria sólo una buena mujer.
Tu presencia de bacana puso calor en mi nido,
fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie, como no podrás querer.
Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza en la casa de pensión.
Hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,
Ios morlacos del otario los jugás a la marchanta
como juega el gato maula con el mísero ratón.

Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones,
te engrupieron los otarios, las amigas y el gavión;
la milonga, entre magnates, con sus locas tentaciones,
donde triunfan y claudican milongueras pretensiones,
se te ha entrado muy adentro en tu pobre corazón.

Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado;
no me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás...
Los favores recibidos creo habértelos pagado
y, si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado,
en la cuenta del otario que tenés se la cargás.

Mientras tanto, que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros,
sean una larga fila de riquezas y placer;
que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos,
que te abrás de las paradas con cafishos milongueros
y que digan los muchachos: Es una buena mujer.
Y mañana, cuando seas descolado mueble viejo
y no tengas esperanzas en tu pobre corazón,
si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo,
acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo
pa'ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.

Uno

Música: Mariano Mores
letras: Enrique Santos Discepolo
Tango 1943


Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias.
Sabe que la lucha es cruel
y es mucha pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...
Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor,
sufre y se destroza hasta entender
que uno se ha quedado sin corazón...
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
a un amor que lo engañó...
¡Vacío ya de amar y de llorar
tanta traición!

Si yo tuviera el corazón...
(El corazón que di...)
Si yo pudiera como ayer
querer sin presentir...
Es posible que a tus ojos
que me gritan tu cariño
los cerrara con mis besos...
Sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos,
los que hundieron mi vivir.
Si yo tuviera el corazón...
(El mismo que perdí...)
Si olvidara a la que ayer
lo destrozó y... pudiera amarte..
me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor...

Pero, Dios te trajo a mi destino
sin pensar que ya es muy tarde
y no sabré cómo quererte...
Déjame que llore
como aquel sufre en vida
la tortura de llorar su propia muerte...
Pura como sos, habrías salvado
mi esperanza con tu amor...
Uno está tan solo en su dolor...
Uno está tan ciego en su penar....
Pero un frío cruel
que es peor que el odio
-punto muerto de las almas,
tumba horrenda de mi amor-
maldijo para siempre y me robó...
toda ilusión...

Nostalgias

Música: Juan Carlos Cobián
letras: Enrique Cadícamo
Tango 1935


Quiero emborrachar mi corazón
para apagar un loco amor
que más que amor es un sufrir...
Y aquí vengo para eso,
a borrar antiguos besos
en los besos de otras bocas...
Si su amor fue "flor de un día"
¿porqué causa es siempre mía
esa cruel preocupación?
Quiero por los dos mi copa alzar
para olvidar mi obstinación
y más la vuelvo a recordar.

Nostalgias
de escuchar su risa loca
y sentir junto a mi boca
como un fuego su respiración.
Angustia
de sentirme abandonado
y pensar que otro a su lado
pronto... pronto le hablará de amor...
¡Hermano!
Yo no quiero rebajarme,
ni pedirle, ni llorarle,
ni decirle que no puedo más vivir...
Desde mi triste soledad veré caer
las rosas muertas de mi juventud.

Gime, bandoneón, tu tango gris,
quizá a ti te hiera igual
algún amor sentimental...
Llora mi alma de fantoche
sola y triste en esta noche,
noche negra y sin estrellas...
Si las copas traen consuelo
aquí estoy con mi desvelo
para ahogarlos de una vez...
Quiero emborrachar mi corazón
para después poder brindar
"por los fracasos del amor"...

La mujer es muchas veces protagonista de canciones. Es musa inspiradora, pero es también obsesión, es peligro, porque traiciona, porque abandona, porque rechaza su pasado para huir con un hombre con mucho dinero, porque quiere vivir de rica olvidando su pasado. Pero la mujer es siempre la amante, raramente aparece la figura de la madre en las canciones y cuando aparece es siempre un personaje puro, honesto, un ser de toda confianza, como en el Vals para mamá.
La lamentación en las canciones es frecuente y si antes era una manera de expresar el dolor profundo, ahora el lamento es una verdadera manera de interpretar los tangos. Esto es: pura interpretación.
Además es típica la asociación entre amor y alcohol. El beber para olvidar, la idea que el alcohol ayude a olvidar las penas de amor, el dolor de la traición, del abandono, del engaño. Pero es un remedio momentáneo aunque indispensable. Contrariamente a lo imaginado, la medicina se convierte en daño, porque con el alcohol la herida es más quemadora, así que la noche de fiesta se transforma en un momento de reflexión personal y de enfrentamiento con sus propios problemas, y el alcohol en lugar de ser un estímulo para el divertimiento se convierte en un amplificador de sufrimiento. Esto por supuesto constituye otro tema típico de tangos.

Los mareados

Mùsica Juan Carlos Cobiàn
Letras Domingo Enrique Cadìcamo
Tango de 1942


Rara
Como encendida
Te halle bebiendo
Linda y fatal.
Bebias
Y en el fragor del champagne
Loca reias
Por no llorar.
Pena
Me dio encontrarte
Pues al mirarte
Yo vi brillar tus ojos
Con un electrico ardor
Tus bellos ojos que tanto adore.
Esta noche
Amiga mia
El alcohol nos ha embriagado
Que me importa que se rian
Y nos llamen los mareados
Cada cual tiene sus penas
Y nosotros las tenemos
Esta noche beberemos
Porque ya no volveremos
A vernos mas.
Hoy vas a entrar en mi pasado
En el pasado de mi vida
Tres cosas lleva el alma herida
Amor, pesar, dolor.
Hoy vas a entrar en mi pasado
Hoy nuevas sendas tomaremos
Que grande ha sido nuestro amor
Y sin embargo, ay, mira lo que quedo.

Esta noche me emborracho

Música: Enrique Santos Discepolo
Letras: Enrique Santos Discepolo


Sola, fané, descangayada,
la vi esta madrugada
salir de un cabaret;
flaca, dos cuartas de cogote
y una percha en el escote
bajo la nuez;
chueca, vestida de pebeta,
teñida y coqueteando
su desnudez...
Parecía un gallo desplumao,
mostrando al compadrear
el cuero picoteao...
Yo que sé cuando no aguanto más
al verla, así, rajé,
pa' no yorar.

¡Y pensar que hace diez años,
fue mi locura!
¡Que llegué hasta la traición
por su hermosura!...
Que esto que hoy es un cascajo
fue la dulce metedura
donde yo perdí el honor;
que chiflao por su belleza
le quité el pan a la vieja,
me hice ruin y pechador...
Que quedé sin un amigo,
que viví de mala fe,
que me tuvo de rodillas,
sin moral, hecho un mendigo,
cuando se fue.

Nunca soñé que la vería
en un "requiscat in pace"
tan cruel como el de hoy.
¡Mire, si no es pa' suicidarse
que por ese cachivache
sea lo que soy!...
Fiera venganza la del tiempo,
que le hace ver deshecho
lo que uno amó...
Este encuentro me ha hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar.


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