8.12.09

Temáticas: el paso del tiempo y la ciudad

Otra temática característica es el paso del tiempo. “Volver”, que es uno de los tangos más famosos, “Caminito”, del que hablamos ya, El corazón al sur y Tinta roja son el orgullo de los argentinos.
La nostalgia, la melancolía, el sueño de volver a ver la ciudad querida, la distancia, el amor por Buenos Aires, todo esto se expresa en los mejores tangos escritos en la historia de Argentina: "Mi Buenos Aires querido" (Le Pera), "Cafetín de Buenos Aires" (Discépolo), "Barrio de tango" (Castillo), "A media luz" (Lenzi), "Yo soy la morocha" (Villoldo), "Balada para un loco" (Ferrer), "Sur" (Manzi).
Muchos tangos describen los lugares de origen de manera tan perfecta que parece hayan pintado la ciudad de Buenos Aires con todos sus colores de un tiempo. La vieja Buenos Aires vive en la memoria de los tangos y la música se convierte en homenaje a los lugares queridos.
A veces el alejamiento desde el lugar de nacimiento deja una herida abierta que precisa expresarse de alguna forma. Los argentinos la encuentran en el tango. El pasado, la juventud, los lugares de infancia grabados en la memoria, amores dejados en la sombra del pasado, alimentan las canciones.

Volver

Música: Carlos Gardel
Letra: Alfredo Le Pera
Tango 1935


Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno...
Son las mismas que alumbraron
con sus pálidos reflejos
hondas horas de dolor...
Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor...
La vieja calle donde el eco dijo
tuya es su vida, tuyo es su querer,
bajo el burlón mirar de las estrellas
que con indiferencia hoy me ven volver...
Volver...
con la frente marchita,
las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir...
que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada,
errante en las sombras,
te busca y te nombra.
Vivir...
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez...
Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida...
Tengo miedo de las noches
que pobladas de recuerdos
encadenan mi soñar...
Pero el viajero que huye
tarde o temprano detiene su andar...
Y aunque el olvido, que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guardo escondida una esperanza humilde
que es toda la fortuna de mi corazón.




El corazón al Sur


Letra de Eladia Blázquez
Música de Eladia Blázquez
Tango 1975


Nací en un barrio donde el lujo fue un albur,
por eso tengo el corazón mirando al sur.
Mi viejo fue una abeja en la colmena,
las manos limpias, el alma buena.
Y en esa infancia, la templanza me forjó,
después la vida mil caminos me tendió
y supe del magnate del tahúr,
por eso tengo el corazón mirando al sur.
Mi barrio fue una planta de jazmín,
la sombra de mi vieja en el jardín,
la dulce fiesta de las cosas más sencillas
y la paz en la granilla de cara al sol...
Mi barrio fue mi gente que no está
las cosas que ya nunca volverán
si desde el día que me fui, con la emoción y con la cruz
yo sé que tengo el corazón mirando al sur
La geografía de mi barrio llevo en mí,
será por eso que del todo no me fui:
la esquina, el almacén, el piberío
los reconozco... son algo mío...
Ahora sé que la distancia no es real
y me descubro en ese punto cardinal
volviendo a la niñez desde la luz,
teniendo siempre el corazón mirando al Sur...



Elegí el video de este tango cantado por Mercedes Sosa, para hacer un homenaje a una gran voz argentina recién difunta.

Mi buenos Aires querido

Música Carlos Gardel
Letras Alfredo Le Pera
Tango 1934

Mi Buenos Aires querido
cuando yo te vuelva a ver,
no habrás más pena ni olvido.

El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su quieta lucecita yo la vi
a mi pebeta, luminosa como un sol.
Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
y oigo la queja
de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón.

Mi Buenos Aires
tierra florida
donde mi vida
terminaré.
Bajo tu amparo
no hay desengaños,
vuelan los años,
se olvida el dolor.
En caravana
los recuerdos pasan,
con una estela
dulce de emoción.
Quiero que sepas
que al evocarte,
se van las penas
de mi corazón.

La ventanita de mi calle de arrabal.
Donde sonríe una muchachita en flor,
quiero de nuevo yo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.
En la cortada más maleva una canción
dice su ruego de coraje y de pasión,
una promesa
y un suspirar,
borró una lágrima de pena aquel cantar.

Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver,
no habrá más pena ni olvido.









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