8.12.09

Temáticas: la muerte

Los sentimientos fuertes, el vivir intensamente, sufrir, emocionarse, son la esencia del tango.
El sentimiento es como un hilo común que une a los ejecutores con los oyentes: amar, sufrir, alegrarse, padecer. Es una manera para exorcizar a los demonios interiores, es una catarsis colectiva.
Entre las condiciones existenciales más frecuentes está la pérdida, la separación, el abandono, la muerte. Además el alejamiento desde los lugares de origen, desde la seguridad de la vida familiar, desde los amigos para ir a descubrir la vida, experimentar el ignoto y crecer con las aventuras, lleva a veces sufrimiento, dolor y muerte.

Adiós Muchachos

Música: J.Sanders,
Letras: Cesar Veldani
Tango: 1930



Adiós muchachos, compañeros de mi vida,
barra querida de aquellos tiempos;
me toca a mi hoy emprender la retirada,
debo alejarme de mi buena muchachada.
Adiós muchachos, ya me voy y me resigno,
contra el destino nadie la talla,
se terminaron para mi todas las farras,
mi cuerpo enfermo no resiste mas.

Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos,
de los bellos momentos que antaño disfrute,
cerquita de mi madre, santa viejita,
y de mi noviecita que tanto idolatre.

Se acuerdan que era hermosa,
mas linda que una diosa
y que, ebrio de cariño,
le di mi corazón?
Mas el Señor, celoso
de sus encantos,
hundiéndome en el llanto,
se la llevo.

Es Dios el juez supremo, no hay quien se le resista,
ya estoy acostumbrado su ley a respetar,
pues mi vida deshizo con sus mandatos
al llevarse a mi madre y a mi novia también.
Dos lagrimas sinceras derramo en mi partida
por la barra querida que nunca me olvido.
Y al darles a mis amigos el adiós postrero
les doy con toda mi alma mi bendición




Anécdota divertida: por mucho tiempo se pensó que los versos trágicos de Adiós Muchachos traían mala suerte hasta el punto de que algunas orquestas no querían tocarlo más. En realidad es una canción hermosa y con el tiempo se rescató de su mala fama.

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